¿Cómo es el protocolo de una boda civil?

Imagina casarte en un cigarral para bodas civiles, entre encinas, olivos y plantas aromáticas. ¡Qué bonitas quedarían las fotos!

Características de una boda civil

Una de las ventajas de celebrar una boda civil es la posibilidad de personalizar a tu gusto el guion de la ceremonia. Suele resultar complicado que jueces o concejales accedan a oficiar el evento fuera del juzgado o del ayuntamiento, por lo que es habitual fijar dos fechas: una para la firma oficial y otra para el convite.

El día de la firma podréis ir vestidos de calle y, antes de comenzar a leer los correspondientes artículos, os preguntarán si vais a hacer intercambio de anillos, ya que es opcional. El día de la fiesta será el momento para vestir de blanco y para emocionar a los invitados con las palabras pronunciadas durante la ceremonia.

Protocolo para una ceremonia perfecta

El primer paso para organizar la ceremonia es elegir oficiante. Si tienes un amigo o un familiar talentoso que hable bien en público, ofrécele guiar tu boda. Seguramente tu propuesta será todo un regalo para esa persona, pues es un honor que te pidan algo tan importante. En el caso de no encontrar a nadie dispuesto para tal cometido, en el cigarral te facilitaremos el mejor maestro de ceremonias.

El guion ha de estar escrito, ya que durante el gran día todos estaréis nerviosos y se os puede olvidar alguna frase. No obstante, aunque se siga un texto, siempre habrá lugar para alguna pequeña broma o comentario improvisado (la flexibilidad de este tipo de bodas lo permite).

El novio y la madrina esperarán de pie junto a los invitados la llegada de la novia y su padrino. En ese momento, todos salvo el oficiante podréis sentaros. El acto comenzará con una presentación, mencionando la fecha y los nombres de los novios. Después podrán decir unas palabras todas las personas que queráis, aunque es recomendable no prolongar demasiado los discursos para no aburrir a los asistentes.

Tras escuchar las dedicatorias de vuestros seres queridos probablemente necesitaréis unos minutos para secaros las lagrimillas y recomponeros, tiempo durante el cual se recomienda que suene la música (mejor si es un coro en directo).

Una vez superada la emoción, os pondréis de pie para la lectura de los artículos que indican que los cónyuges son iguales en derechos y deberes, deben respetarse, ayudarse mutuamente, guardarse fidelidad y compartir las responsabilidades. Y entonces… ¡llega el sí, quiero! El maestro de ceremonias os preguntará las palabras mágicas y todos aplaudirán.

Todos los pasos anteriormente citados pueden variar para amoldarse a tu gusto, ¡que para eso eres la protagonista!

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